Blog de Ana Díaz. El arte del retrato

Las primeras manos pintadas por el ser humano

No hay nada más evocador y estremecedor que entrar en una cueva prehistórica y encontrarse, de repente, frente a una pared cubierta de manos pintadas, extendidas hacia nosotros, eternizadas en la piedra.

Imposible no imaginar a través de ellas a los seres humanos del pasado que dejaron su impronta sobre la piedra de esa manera.

Su innegable fuerza expresiva y artística

Manos-Cueva-de-AltamiraSi Munch consiguió con El grito transmitir su angustia y su desesperación, no tienen menos fuerza expresiva esas paredes con sus manos extendidas hacia los ciervos, el alimento y la supervivencia, intentando controlar la naturaleza, asegurar la subsistencia.

¿Cómo no identificarse con aquellos primeros seres humanos y entender su angustia? Siempre al borde de la extinción, siempre temiendo la muerte; invocando la magia de los dioses, de la tierra, del cielo, de lo que fuera, con tal de obtener poderosos aliados que les ofrecieran una opción de futuro. Un destino.

Para mí esas manos representan el primer retrato de la humanidad al conseguir traspasar la apariencia y evocar al ser retratado, lo que siente, lo que anhela…

Curiosidades de las manos pintadas

Manos pintadas con anular corto

  • La mayor parte de las manos son izquierdas, pues se supone que el artista era el propio modelo y usaba la mano derecha para pintar.
  • Hay manos pintadas en negativo y otras, en positivo. En positivo, la mano, generalmente la izquierda, se supone sería puesta sobre la roca y, tras ser contorneada con la pintura siguiendo su forma, se dejaría estampada en claro; en positivo, por el contrario, la mano sería frotada con la pintura y estampada luego sobre la piedra, dejando impresa su forma en rojo.
  • El color de las manos dependería de la obtención de la materia prima cercana a cada yacimiento. En general, se usaba hematita para el rojo, caliza para el blanco, manganeso o carbón vegetal para el negro y limonita u ocre para el amarillo.
  • Se representaban en los lugares más recónditos de las cuevas, lejos de las viviendas, por lo que se creen asociados a lugares sagrados fuera de la cotidianidad, donde se invocaría por la protección de los cazadores, la fertilidad, o el aseguramiento del alimento.
  • Es frecuente que las manos tengan el dedo anular o el medio más corto de lo debido, por lo que se ha hablado de mutilaciones rituales. También se ha pensado que, como las manos no son muy grandes, podrían pertenecer a mujeres o a muchachos. Pero todas ellas son suposiciones que habría que demostrar.
  • Entre las cuevas que mejor conservan estas pinturas se encuentra la Cueva de las Manos en Patagonia, Argentina, y Altamira o la cueva del Castillo, en Cantabria.

CuevaManos-Patagonia


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